Los medidores de flujo ultrasónicos usan ondas de sonido como un método confiable, preciso y sin mantenimiento para medir la velocidad de un fluido a partir de la cual se puede calcular el caudal volumétrico. No presentan piezas móviles que las hacen más confiables y precisas al proporcionar una operación sin mantenimiento. Dado que las señales ultrasónicas también pueden penetrar materiales sólidos, los transductores pueden montarse en el exterior de la tubería que ofrece una medición completamente no invasiva que elimina los problemas de compatibilidad química, las restricciones de presión y la pérdida de presión.